Perspectiva de la organización "Unión Español Fotovoltaica" tras la Cumbre Mundial del Clima 2022
El cambio climático es una de las mayores preocupaciones de la sociedad actual. Cada vez es más patente los efectos nocivos que los humanos hemos provocado sobre el clima, acelerando el curso natural del mismo y en países como el nuestro lo podemos ver con estos veranos cada vez más intensos e inviernos más suaves y sin casi nevadas y violentas lluvias torrenciales entre largos periodos de sequía.
Durante la última edición de la COP 27 realizada en Egipto, se ha reafirmado el continuo seguimiento de la transición energética por medio de fuentes de energía libres de emisiones de CO2, ya que uno de los puntos que hay que atacar para frenar el cambio climático es la emisión de los gases de efecto invernadero que producen las industrias al usar energías no renovables, a lo que hay que sumar el impacto, menor pero existente, del consumo humano en vivienda.
Así, la inversión en instalaciones para autoconsumo fotovoltaico se ha desvelado como eje fundamental para conseguir cumplir con varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos en la convención. Con una mayor inversión en este tipo de energía renovable se puede resolver una parte del problema a nivel individual mientras se espera a la transformación energética industrial, que marcará la diferencia.
Por otra parte, según la Unción Española Fotovoltaica, representante de más del 90% de los organismos destinados a las instalaciones fotovoltaicas de España, a pesar de buscarse la descarbonización del sistema energético general para combatir el cambio climático, se siguen situando a las energías renovables al mismo novel de otras energías de bajas emisiones pero que no son 100% limpias y sin impacto.
Mientras se espera a que las industrias se involucren seriamente en la transición energética y los ciudadanos de a pie puedan acceder con normalidad a energías renovables para sus hogares, negocios y gobiernos hay que intentar paliar o compensar los efectos negativos del cambio climático, especialmente en las zonas del planeta en las que se está acusando más.
Para ello, en el COP 27 se ha decidido poner en marcha un Fondo de Compensación para ayudar y compensar los daños causados por la voracidad del cambio climático en los países más afectados. Esto ha quedado como una declaración de intenciones, ya que no se han nombrado cuáles son los países afectados ni los países destinados a aportar económicamente a este Fondo. Aunque esperamos que esto se resuelva con premura.